Uno de cada cuatro neerlandeses se encuentra en apuros económicos por el elevado precio del combustible

Precio de la gasolina

Viva: en varios lugares de los Países Bajos se puede volver a conseguir un litro de E10 por menos de dos euros. En junio, el precio recomendado del litro de gasolina seguía siendo de 2,504 euros, lo que hace que cualquier cosa por debajo de 2 euros parezca casi «barata». Por supuesto, el año pasado se podía llenar el depósito en casi todas partes por 1,80 euros por litro o menos. En la gasolinera más barata de los Países Bajos, el precio medio en 2021 era incluso de 1,655 euros por litro E10 (Euro 95). Los expertos dicen que, por desgracia, habrá que acostumbrarse a un precio de la gasolina de unos dos euros. Para muchos neerlandeses, esto supone importantes problemas financieros.

Reducción de impuestos especiales

Por ello, la ANWB desea que el Gobierno no anule por el momento la actual reducción de los impuestos especiales. La reducción de 17,3 céntimos (gasolina), 11,1 céntimos (gasóleo) y 4,1 céntimos (GLP/GNL) por litro finalizará, en principio, el 1 de enero de 2023. A pesar de la reducción, el litro de combustible sigue siendo muy caro en los Países Bajos. En ningún lugar de Europa los precios de los combustibles son tan altos como en nuestro país. En Bélgica, Francia y Alemania, los precios de alrededor de 1,60 euros por un litro de E10 no son inusuales, gracias a las rigurosas medidas.

Coche necesario

Una investigación del grupo de interés muestra que, debido a los altos precios del combustible, uno de cada cuatro holandeses tiene grandes dificultades para mantener su coche en funcionamiento. El 30% de los encuestados en el estudio de ANWB indicaron que realmente necesitan su coche para ir al trabajo. Una bicicleta (eléctrica) o el transporte público no son una opción para este grupo, ya que entonces tendrían que viajar considerablemente más tiempo.

Impacto en el uso del coche

La encuesta también muestra que el 60% de los afiliados deja el coche en casa con más frecuencia debido a los altos precios del combustible. «Desde el estallido de la guerra en Ucrania, los precios de los combustibles han subido enormemente. Esto tiene una gran influencia en el uso del coche de los holandeses», según la ANWB.

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