Diversión noticias de autos

Visto: un Renault Mégane R.S. de 2019.

abril 5, 2024

Hay que reconocer que no es el coche más exclusivo que ha llenado esta columna hasta ahora. Aun así, merece la pena mencionarlo, ya que la versión deportiva del Renault Megane es algo que, por desgracia, vemos muy pocas veces. El Renault Mégane normal es un modelo reciente y, por tanto, le resultará familiar. Así que, por ahora, nos centramos específicamente en el Renault Mégane R.S..

El Renault Mégane R.S. 2018.

La cuarta generación del Renault Mégane entró en el mercado en 2017 y el deportivo Renault Mégane R.S. le siguió en 2018. En su totalidad, el coche se llama en realidad Mégane 280 R.S., con el número refiriéndose al número de caballos de fuerza entregados por el motor de gasolina turboalimentado de cuatro cilindros y 1,8 litros. Aunque con una puesta a punto ligeramente diferente, es el mismo motor que el del Alpine A110. En cuanto a la transmisión, se podía elegir entre una transmisión manual de seis velocidades y una automática de seis velocidades con levas de cambio en el volante. Con ambas transmisiones, se alcanzaron los 100 km/h en 5,8 segundos. Sin embargo, había una diferencia en la velocidad máxima, con 255 km/h para el manual y 250 km/h para el automático. El automático también era una fracción más económico.










Desarrollado con ayuda de un piloto de F1

El Renault Mégane R.S. se desarrolló en colaboración con Nico Hulkenberg, piloto del equipo Renault F1 en aquel momento. La dirección a las cuatro ruedas y la vectorización del par (que frena la rueda interior en las curvas) garantizan una dinámica de conducción muy elevada con una buena agilidad, incluso a velocidades más altas. Con los modos de conducción, la cadena cinemática y la puesta a punto del chasis pueden seguir ajustándose a las preferencias personales o a situaciones específicas. El Mégane R.S. se distingue claramente del Mégane normal con aletas más anchas y parachoques deportivos con grandes tomas de aire (delante) y un difusor distintivo (detrás). Además, el interior es más bien corriente, pero sigue destacando con asientos deportivos y detalles en rojo.

Superior: Renault Mégane R.S. Cup y Trophy(-R)

Además del Renault Mégane R.S. «normal», también existía la versión 280 Cup. Éste se distingue principalmente por la incorporación de un diferencial mecánico Torsen de deslizamiento limitado, un chasis más rígido y, opcionalmente, también un sistema de frenos ligero. Atrás quedaba el Mégane R.S. 300 Trophy. Como su nombre indica, tiene un motor aún más potente, un chasis aún más rígido y un ligero sistema DESS (Dual-Energy Storage System). El superlativo absoluto fue el 300 Trophy-R, con una suspensión aún más rígida, una aerodinámica mejorada y muchos ahorros de peso.










El espécimen manchado

El Renault Mégane R.S. era un gran coche, como pudimos comprobar por nosotros mismos, pero, por supuesto, tiene un precio. El Mégane «normal» estaba a la venta desde unos 20.000 euros, mientras que para el R.S. superabas ampliamente los 50.000 euros. Eso hace que el R.S. no sea una vista cotidiana en el tráfico holandés. Cuando nuestro colega Bart se topó con este ejemplar de 2019 en la A12, por supuesto se dejó fotografiar (en cuanto fue seguro hacerlo, claro). Este Megane R.S. lleva en Holanda desde 2021, pero consiguió su primer (y actual) propietario holandés en 2022. Le deseamos muchos kilómetros más.