Cae el telón para Dodge Challenger y Charger
Iconos americanos
No hace mucho, informábamos del adiós definitivo del Chrysler 300, que también se ensamblaba en Canadá. En la misma planta también ha finalizado la producción de los modelos Dodge Charger y Challenger. Estos modelos se fabricaron durante casi dos décadas.
El último aliento del Dodge Charger llegó en forma de un Scat Pack Widebody, envuelto en un gris destructor. La gira de despedida del Challenger terminó con una maravilla: el SRT Demon 170 en negro intenso. Bajo el capó del Demon ruge un motor V8 sobrealimentado de 6,2 litros que lanza a la carretera la asombrosa cifra de 1.025 CV.
Renovación
La planta de Brampton está siendo sometida a un intenso proceso de reequipamiento que durará hasta dos años. Una vez que las puertas vuelvan a abrirse a finales de 2025, la atención se centrará en la producción de la próxima generación del Jeep Compass y de coches basados en la nueva plataforma media STLA. Esta plataforma es apta tanto para motores de combustión interna como para cadenas cinemáticas eléctricas de batería.
Nuevos Charger y Challenger
Mientras tanto, el legado del Charger y el Challenger continúa en una nueva forma. La producción de la próxima generación de muscle cars Dodge se traslada a la planta de montaje de Windsor, a más de 300 kilómetros de distancia. Estos próximos modelos se basan en la plataforma STLA que acabamos de mencionar y cuentan con un motor de seis cilindros Hurricane o un sistema de propulsión totalmente eléctrico.