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Prueba práctica: Así es la autonomía que pierde un Volkswagen ID.3 tras cuatro años y 160.000 kilómetros

julio 18, 2025

¿Solidez alemana?

Los fabricantes de automóviles prometen que las baterías de los coches eléctricos como el ID.3 durarán mucho más que la batería de tu smartphone, que a menudo se rinde al cabo de pocos años. Por eso están creando unas condiciones mucho mejores para las baterías de los VE. Mientras que la batería de tu teléfono se carga diariamente de vacía a llena sin refrigeración, la batería de un VE se mantiene activamente a temperatura y se carga de forma inteligente, con una velocidad de carga a veces limitada.

Sin embargo, mucha gente sigue dudando de su longevidad. Por eso, el ADAC hizo la prueba y condujo un Volkswagen ID.3 durante cuatro años. Se acumularon 160.000 kilómetros en el cuentakilómetros. El coche fue sometido a duras pruebas: a menudo conducción dura, a veces uso rudo y no siempre amable con la batería. Sin embargo, la batería se mantuvo en muy buen estado.

Pérdida de batería ID.3 no demasiado mala

Al principio, las cosas fueron deprisa: tras sólo 21.000 kilómetros, el «Estado de Salud» (SoH) ya estaba al 96%, es decir, una pérdida de capacidad del 4%. Pero después, la pérdida se estabilizó. A los 160.000 kilómetros, el SoH seguía siendo del 91%. En resumen: después de 160.000 kilómetros, la salud de la batería sigue siendo del 91%. En comparación, Volkswagen garantiza hasta un 70% de capacidad de la batería. Así que ese límite inferior está aún muy lejos.

ID.3 Pro S

El ID. 3 probado era una versión Pro S con una batería de 77 kWh. Sobre el papel, buena para 525 kilómetros de autonomía. En realidad, según el ADAC, esa autonomía era de entre 300 y 400 kilómetros, dependiendo de las condiciones.

El consumo medio de electricidad fue de 23 kWh cada 100 kilómetros. Obviamente, era menor en verano, pero mayor en invierno. Detalle interesante: las actualizaciones de software tuvieron un impacto notable en el consumo. Gracias a las mejoras en el control de la temperatura, el consumo disminuyó con el tiempo.

Volkswagen ID.3

Bajo mantenimiento

Los costes de mantenimiento fueron relativamente bajos. En cuatro años, sólo fueron necesarias dos revisiones, que costaron 500 y 427 euros. Aun así, no todo fue como la seda: el ID.3 sufrió la rotura de un eje de transmisión, el atasco del portón trasero, la rotura de la antena del GPS y, finalmente, el fallo de la batería de 12 V. No hubo averías chocantes, pero tampoco fue un viaje completamente despreocupado.

Usado, pero lejos de agotarse

Después de cuatro años y 160.000 kilómetros, el ADAC puso el ID.3 sobre el puente para una exhaustiva inspección de ocasión. ¿Qué ha ocurrido? Algunos desconchones, el radiador sucio y un ligero desgaste del chasis, pero nada preocupante. La impresión general: un coche usado, pero en buen estado. El final aún no está a la vista. Ahora el ADAC quiere seguir conduciendo hasta al menos 250.000 kilómetros para ver cómo aguanta el coche a largo plazo.