Prueba del Volkswagen Golf R (2025) – ¡A 160 km/h sobre un lago helado!
Paraíso de pruebas para los fabricantes de automóviles
Arvidsjaur es un lugar donde los ingenieros se reúnen en invierno para explorar los límites de sus creaciones. Es casi surrealista ver cómo este remoto pueblo es un paraíso de pruebas para los fabricantes alemanes de automóviles. Incluso hay un servicio programado dos veces por semana en invierno desde Múnich (donde embarca el personal de BMW, Audi, Porsche y Mercedes-Benz) vía Hannover (punto de recogida de Volkswagen) hasta Arvidsjaur. A sólo cinco minutos en coche del aeropuerto local, Volkswagen dispone de su propio lago helado, en el que se han construido varias pistas y circuitos de pruebas con máquinas quitanieves.
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333 CV y vectorización del par motor
Hemos venido a Suecia para probar varios modelos 4Motion de Volkswagen. 4Motion es tracción a las cuatro ruedas en el lenguaje de Volkswagen. El modelo 4Motion más llamativo es el nuevo Golf R. Bajo el capó del nuevo Golf rápido hay un motor de gasolina TSI de 2,0 litros con 245 kW (333 CV) de potencia y 420 Nm de par.
Con el Paquete de Prestaciones opcional, el Golf R acelera de 0 a 100 km/h en sólo 4,6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 270 km/h. Si es sobre asfalto, claro. No es sólo la fuerza bruta lo que impresiona, sino sobre todo cómo se transfieren las fuerzas al suelo.
El Golf R utiliza la vectorización del par motor, un truco técnico que hace que el coche sea más ágil. El sistema distribuye el par no sólo entre las ruedas delanteras y traseras, sino también entre las ruedas traseras izquierda y derecha. Esto permite enviar hasta el 100% del par a la rueda exterior en una curva, reduciendo el subviraje. ¿El resultado? Un coche que se siente extremadamente ágil y preciso, incluso sobre hielo resbaladizo.
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Conducir sobre hielo
En el lago helado de Suecia, tenemos la oportunidad de poner a prueba el Golf R. La superficie está literalmente resbaladiza como el hielo, por lo que el agarre está lejos de ser tal. Los neumáticos tienen pequeños tacos, pero el ESP está completamente desconectado, así que podemos experimentar el coche en su forma más pura. El Golf R tiene que emplearse a fondo para llevar la potencia a «la superficie de la carretera». Pero lo consigue sorprendentemente bien.
Gracias a la vectorización del par motor y al chasis adaptativo con Control Dinámico del Chasis (DCC), el Golf R se siente estable y ágil a la vez. El sistema ajusta continuamente la amortiguación en función de la superficie y el estilo de conducción. El estilo de conducción sobre hielo es, por supuesto, diferente al de la carretera. Frenar no sirve de nada y la dirección a veces tampoco. Pisar a fondo el acelerador en el momento adecuado sí. Sobre hielo, no se trata de velocidad, sino de equilibrio y precisión. Saber dónde va el peso para poder dirigir a tiempo y dosificar el acelerador.
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Nürburgring
El Golf R tiene varios modos de conducción -Eco, Confort, Sport, Carrera, Derrape y Especial- cada uno de los cuales ofrece una experiencia de conducción única. El modo Carrera mantiene el turbocompresor girando a altas revoluciones, proporcionando una entrega de potencia instantánea en cuanto pisas el acelerador. El modo Derrape, disponible con el Paquete de Prestaciones, permite derrapes controlados. Nos saltamos ese modo, ya que el derrape ya es casi automático sobre hielo. Ponemos el rápido Golf en modo Especial. Este modo de conducción está diseñado en realidad para el circuito de Nürburgring. La suspensión adaptativa se suaviza ligeramente, porque en Nürburgring hay muchos baches. Además, no es ni mucho menos una hoja de billar, por lo que este modo de conducción proporciona la mejor experiencia de conducción aquí.
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Lo auténtico
Tras una tarde de deslizamiento controlado, casi nos hacemos a la idea de que tenemos talento para este tipo de deporte. Pero entonces, después de cenar, Volkswagen nos pregunta si nos gustaría unirnos a un piloto de fábrica para dar una vuelta al anochecer. Nos subimos con Manuel, un piloto mexicano que ha visto casi todos los circuitos del mundo. Hace pocos años que conduce sobre hielo. No es su especialidad, nos dice. Nuestras expectativas no son tan altas.
Pero antes de que nos demos cuenta, estamos volando a 160 km/h sobre la pista de hielo donde, unas horas antes, nosotros mismos no nos atrevíamos a ir a más de 80 km/h. Ahora nos damos cuenta realmente de lo que es capaz el Golf R. Mientras aceleramos a gran velocidad en una curva, preguntamos a Manuel si el coche ha sido modificado para adaptarlo a las especificaciones de rally: «No», es la respuesta. Sí, los neumáticos tienen tacos ligeramente más grandes que los de «nuestro» coche de pruebas que condujimos por la tarde, y delante hay cuatro gigantescos emisores de rally tan brillantes que cuatro pueblos más allá probablemente piensen que están viendo la aurora boreal a lo lejos. Pero así es. Tras unos diez minutos dando vueltas, salimos y hacemos una profunda reverencia a Manuel y al Golf R.
Conclusión
El nuevo Volkswagen Golf R es algo más que un potente utilitario. Es quizá el punto culminante de 50 años de historia del Golf. Y no es de extrañar, porque lo nuevo casi siempre es mejor en el mundo del automóvil. Pero la cuestión es si alguna vez habrá uno mejor, porque los días del Golf de gasolina podrían estar contados. Por tanto, los que puedan y quieran gastarse 86.000 euros en un rápido hot hatch no deberían esperar mucho. Si ésta es la última fiesta del Golf R de gasolina, al menos pasará a los libros como una maravilla.
Véase también: ¿La última vez? Prueba del Golf R (2025) – AutoRAI TV