Probado: Llevar el VE MÁS PEQUEÑO de viaje por carretera – ¿Imposible o NINGÚN problema?
Las cifras exactas
¿Por qué nos aventuramos en este reto?
Sencillo: según la Oficina de Estadística de Holanda (CBS), el holandés medio conduce sólo 26 kilómetros al día.
Sin embargo, parece que muchos consumidores sólo se plantean un coche eléctrico cuando puede recorrer 1.000 kilómetros con la batería llena.
Con un viaje por carretera, queremos probar si un VE compacto, como el Fiat 500e, es tan fácil de conducir por Holanda como un coche de gasolina, diésel o un coche eléctrico grande con una batería enorme.
Por eso elegimos una de las rutas más largas de Holanda: de Groninga a Maastricht.
La ruta
Empezamos en Martiniplaza, en Groninga.
El 500e está totalmente cargado y muestra una autonomía de 290 kilómetros, justo por debajo de la especificación de fábrica de 320 kilómetros.
No nos lanzamos directamente a la autopista, sino que primero ponemos rumbo al corazón de Groninga para completar: la Grote Markt.
Desde allí, entramos en nuestro destino final en la navegación: el Vrijthof de Maastricht.
Así que del extremo norte al profundo sur.
¿Por qué el Fiat 500?
Como ya hemos dicho, el Fiat 500e es el VE más pequeño que puedes conseguir actualmente.
Pero aunque parezca pequeño, es sorprendentemente completo.
Naturalmente, es muy maniobrable en ciudad, con un radio de giro extremadamente corto, pero incluso en autopista, el Fiat 500e se siente notablemente maduro.
Puede que no lo esperes de un coche urbano, pero es agradable y firme en carretera.
Gracias al paquete de baterías, todo el peso está en el suelo, lo que le confiere una gran estabilidad en carretera.
Incluso a 130 km/h, no tienes la sensación de conducir un coche urbano.
Sistemas auxiliares
Además, viene con sistemas de asistencia a la conducción que antes sólo tenías en los grandes coches de lujo, como el control de crucero adaptativo y el asistente de carril.
Esto hace que la vida en la autopista sea mucho más relajada.
Estos sistemas demuestran su eficacia no sólo en el tranquilo tramo de Groninga a Zwolle, sino también en el ajetreado tráfico de Arnhem y Nimega.
El Fiat mantiene una distancia prudente con el coche de delante y se asegura de que permanezcamos limpiamente dentro de las líneas de nuestro carril.
El duro trabajo que solías tener que hacer en un coche urbano en la autopista es claramente cosa del pasado.
Carga: sin problemas
Tras unas dos horas y media y 200 kilómetros de conducción, llega la hora del descanso: un café, un cruasán y una rápida pausa para orinar.
Nos damos un máximo de 10 minutos para recargar, porque no vamos a estirar mucho las piernas durante este «desafío».
Así que el Fiat 500e también sólo dispone de 10 minutos para acumular energía en el cargador rápido.
Esto resulta ser más que suficiente, ya que puede recargar 50 kilómetros en sólo 5 minutos, lo que nos da energía más que suficiente para llegar a Maastricht después de nuestra breve pausa para el café.
¡Quedan unos 150 kilómetros!
Todas las campanas y silbatos
El 500e que conducimos es la versión La Prima, la más lujosa del Fiat 500e.
Y se nota: un gran techo panorámico, luces LED, llantas de 17 pulgadas y un gordo sistema de audio JBL, todo está ahí.
El interior destila un ambiente chic, pero también está lleno de gadgets modernos, como una pantalla táctil de 10,25 pulgadas para navegación y multimedia, que puedes emparejar fácilmente con tu teléfono mediante Android Auto o Apple CarPlay.
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También abundan los detalles bonitos.
En el listón de la puerta, por ejemplo, puedes ver una sutil referencia al Fiat 500 de 1957.
En el lugar donde puedes cargar tu teléfono de forma inalámbrica, aparece el perfil de Turín, la sede de Fiat.
Y qué decir de los asientos, donde el nombre de la marca Fiat se ha cosido hasta 50 veces.
Es el encanto italiano a la perfección.
3+1
El Fiat 500e está disponible en tres versiones: con portón trasero, descapotable para llevar el viento en el pelo y la versión que nosotros conducimos: la variante 3+1 con una peculiar puerta adicional.
Esa puerta se abre en sentido contrario, para que puedas meter fácilmente a tu hijo, la compra o lo que quieras en la parte trasera sin complicaciones.
Práctico y llamativo.
¡Cuenta con miradas curiosas en el supermercado cuando abras las dos puertas!
La meta: Maastricht
Tras un largo pero relajante viaje por Venlo y Roermond, por fin llegamos a Maastricht.
Pasamos por el Vrijthof y terminamos nuestro viaje por carretera en la fábrica Royal Sphinx, a las afueras del centro de la ciudad.
La conclusión es sencilla: con un VE compacto como el Fiat 500e, puedes cruzar toda Holanda sin ninguna dificultad.
Sus características de conducción, cómodas y maduras, lo hacen adecuado no sólo para trayectos urbanos cortos, sino también para distancias más largas dentro de Holanda.
Puedes ver la aventura con el 500e en el siguiente vídeo: