¿Por qué un fabricante de automóviles chino paga un impuesto europeo de importación más elevado que otro?
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El fabricante chino de automóviles SAIC se ha llevado la peor parte de los nuevos aranceles a la importación.
La empresa, conocida en Europa por marcas como MG y Maxus, tiene que tragarse un arancel de importación adicional de nada menos que el 36,3%.
Su competidor BYD sale mucho mejor parado con un aumento arancelario de «sólo» el 17%.
Pero, ¿por qué hay tanta diferencia entre estas multas a la importación?
Según Bloomberg, todo depende de lo bien que cooperes con las investigaciones de las autoridades europeas.
SAIC
La Comisión Europea no está especialmente satisfecha con la cooperación de SAIC durante la investigación.
La empresa facilitó información importante con retraso y ocultó datos sensibles de la empresa, como la composición química de sus baterías.
Esto no sentó bien a la UE, que ahora castiga esta falta de transparencia con fuertes aranceles a la importación de SAIC.
BYD y Geely
El competidor BYD lo manejó de forma mucho más inteligente.
Contrataron a abogados internacionales y trabajaron proactivamente con Bruselas para cumplir limpiamente los requisitos de la UE. ¿El resultado? Un arancel adicional de «sólo» el 17%, muy inferior al de SAIC.
Geely, la empresa matriz de Volvo, Polestar, Lotus y Zeekr, también consiguió reducir su tarifa al 19,3% gracias a una buena cooperación y documentación.
Tesla
Aunque Tesla es una empresa estadounidense, muchos de sus coches salen de la cadena de montaje en China.
Algunos de ellos llegan después a Europa.
Por ello, Bruselas había impuesto a Tesla un arancel de importación del 20,8%.
Pero los estadounidenses lo consideraron injustificado, pues afirman que tienen muchos menos vínculos con el gobierno chino y apenas reciben ayudas estatales.
Pudieron demostrarlo, por lo que Bruselas redujo sustancialmente el arancel a la importación de Tesla: de casi el 21% al 9%.
China presenta contramedidas
Es evidente que el gobierno chino no está contento con la guerra comercial que ha iniciado Europa y ha decidido examinar las subvenciones europeas a los productos lácteos, una medida que se considera una respuesta directa a los aranceles europeos a la importación.
Además, Pekín está estudiando formas de penalizar con medidas fiscales a los automóviles europeos que llegan a China.
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