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Estos son los costes ocultos de los vehículos industriales usados

mayo 8, 2025

Puedes pensar que estás siendo inteligente al comprar un coche de empresa usado. La inversión es menor, la matrícula es fácil de conseguir y no tienes que quemarte las manos con los pagos mensuales del alquiler. Sin embargo, a menudo hay más de lo que parece. Justo cuando crees que estás ahorrando, los gastos te salen por otro lado. Y eso sólo resulta realmente molesto cuando lo descubres demasiado tarde.

Por qué lo barato puede ser más caro

Comprar un vehículo industrial usado parece lógico a primera vista. Eres su propietario, así que tú decides qué hacer con él. Pero en cuanto algo va mal -y eso suele ocurrir justo después de que expire la garantía-, los costes imprevistos aparecen rápidamente. Piensa en defectos que sólo aparecen al cabo de semanas o piezas que hay que sustituir más a menudo de lo esperado. En cambio, el alquiler para empresas puede darte más tranquilidad. Sabes exactamente a qué atenerte cada mes y sabes que el mantenimiento, el seguro y la asistencia en carretera están incluidos. Así que no es sólo una cuestión financiera, sino también de espacio mental.

¿Conduces al día de lo que necesitas

Otro punto importante: la tecnología y la normativa cambian rápidamente. Los coches usados tienden a quedarse atrás en este sentido. Piensa en las ciudades que de repente prohíben los vehículos diésel más antiguos. No te das cuenta de ello cuando compras el coche, pero pronto cuando quieres utilizarlo en centros urbanos muy concurridos. Además, está el inconveniente para los empleados si conducen un coche sin sistemas modernos de asistencia al conductor o una buena conectividad. Puede que no lo veas sobre el papel, pero en la práctica estas desventajas se notan claramente.

Por qué falta visión de conjunto al poseer

Cualquiera que posea varios vehículos industriales usados se da cuenta enseguida de lo poco claros que pueden llegar a ser los costes mensuales. No sólo por el combustible y los impuestos, sino también porque cada vehículo tiene su propio programa de mantenimiento, historial de daños y antecedentes. Nada está estandarizado. La gente presiente, estima y a veces simplemente adivina. A medida que tu negocio crece sólidamente, esto empieza a ser realmente complicado. Tienes que hacer frente a tiempos de inactividad inesperados, trámites burocráticos e incluso multas si el seguro o las inspecciones no se organizan adecuadamente. Por eso cada vez más empresarios se pasan a un socio central, como Dutchlease.nl, donde la gestión sigue siendo clara.

Cómo la segunda mano suele ser más incierta que los planes de alquiler

También hay un lado humano en esta historia. Cuando dependes de un transporte de segunda mano, experimentas estrés más rápidamente ante situaciones inesperadas. ¿Es normal ese ruido? ¿Por qué se consume tanto aceite? ¿Cuándo debo sustituirlo? Son preguntas que te rondan por la cabeza. Y si tus empleados conducen en él, encima tienes otra preocupación. Además, sustituir piezas puede provocar tiempos de inactividad, alquiler de transporte de sustitución o incluso pérdida de pedidos.