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¡Esta limusina real puede ser tuya!

abril 24, 2025

De palacio en palacio

Esta limusina Lincoln Continental fue regalada por Ford Holanda a la reina Juliana en 1978. No sólo como gesto ceremonial, sino para ser utilizada realmente. La limusina desempeñó un papel protagonista durante la coronación de la reina Beatriz en 1980, cuando Juliana y su hija fueron conducidas en ella al Palacio Real de la plaza Dam y de vuelta. El coche también estuvo disponible durante las visitas de Estado. El sha de Persia, un presidente estadounidense y varios otros líderes mundiales fueron transportados en este «carruaje». Un coche con historia. No sólo con ocupantes de la realeza, sino también con líderes mundiales. Tú podrías ser el siguiente.

Especificaciones señoriales

La limusina Lincoln Continental no es un coche clásico cualquiera. Se trata de un ejemplar muy original y excepcionalmente bien conservado. Está pintada en Azul Real intenso, un color que encaja perfectamente con su pasado real. El interior está acabado en tela azul claro, lo que confiere a la limusina un aspecto único.







Bajo el capó hay un poderoso V8 de 7,5 litros, acoplado a una transmisión automática de tres velocidades. Esta combinación hace que la experiencia de conducción sea suave, tal y como cabría esperar de un coche construido para transportar invitados reales. En 2005 se instaló el control de crucero para aumentar aún más el confort de conducción en trayectos largos. Por cierto, puede desmontarse sin problemas si prefieres conservarlo en su estado original.

En estado real

A finales de la década de 1990, la limusina pasó a manos de un particular, tras años de servicio a la Familia Real. En diciembre de 1999 fue adquirida por su actual propietario, que la ha mantenido con gran esmero desde entonces. El coche se entrega con un extenso archivo histórico, que incluye fotografías del periodo en que estuvo en posesión real.







El estado del coche puede calificarse de impresionante. Tanto desde el punto de vista técnico como óptico, está en excelentes condiciones, lo cual es poco frecuente en limusinas de este tamaño y antigüedad. No se le ha añadido nada que desvirtúe su carácter original, lo que convierte a este Lincoln en una pieza de coleccionista digna de mención. Que nuestra familia real ha conocido coches extraordinarios también queda patente en este DAF, por ejemplo.

Última oportunidad para los aficionados

Lo que hace que este coche sea tan especial no es sólo su tecnología o sus dimensiones. Es la historia que encierra. No es un clásico más de América, sino una pieza motriz del patrimonio holandés. Un testigo mudo de momentos reales, visitas de Estado y acontecimientos históricos.

¿Con qué frecuencia tienes la oportunidad de comprar un coche que lleva una reina y un nuevo monarca? No muy a menudo. Aunque tendrás que echar mano de la cartera. El valor estimado de la subasta es de entre 25.000 y 50.000 euros. ¿Quieres saber más o plantearte hacer una puja? Entonces consulta los detalles en el sitio web de RM Sotheby‘s. Pero te advertimos: una vez que entres, te sentirás como un rey en la carretera para siempre.