noticias de autos

El feliz propietario elogia el último Ford GT para NL

septiembre 16, 2022

Lo escribimos a finales de agosto: la entrega de un nuevo Ford GT de la serie Carbon a su propietario holandés. Al igual que los que le precedieron, se trata de un hecho alegre, ya que no es tan frecuente que supercoches como éste reciban matrículas amarillas. Ya ciertamente no es el Ford GT. El ejemplar holandés en cuestión era el número seis de un total de 1.350 ejemplares que la marca construirá con el óvalo azul, aunque nunca se sabe realmente con Ford, que sigue aumentando la tirada del GT debido a su continuo éxito. Una cosa es cierta: ver un Ford GT es y sigue siendo una rareza, tanto en Holanda como en el extranjero.

Sólo unos pocos en Europa

En el caso del «afortunado número 7» -y también último ejemplo para los Países Bajos- se trata de un Ford GT Holman Moody Heritage Edition. Es incluso más exclusivo que uno de la serie Carbon porque, como su nombre indica, es uno de la colección Heritage. Sólo unos pocos fueron entregados en Europa.

El GT entregado es un auténtico homenaje a la gloriosa victoria del GT40 en las 24 horas de Le Mans de 1966 (1-2-3). En todo su esplendor, ya que la librea dorada con acentos rojos es casi idéntica a la original. Tampoco falta el número 5 de la carrera -con un telón de fondo en blanco Oxford, por supuesto-. En cada detalle, Ford ha hecho todo lo posible para evocar el mayor número posible de recuerdos del capítulo más bello y famoso de la historia del GT40.

Apretado desde el carbono

Entonces, ¿qué hace que el nuevo Ford GT Holman Moody Heritage Edition sea completamente diferente del GT40 con el que Woody compitió? El enorme contenido de fibra de carbono. Así, la bondad exótica, más ligera pero ultra resistente, se encuentra en las llantas de 20 pulgadas, el splitter delantero, los umbrales, los retrovisores, las rejillas del capó y el difusor trasero. El interior también cuenta con abundante fibra de carbono, como en los rebordes de las puertas, los pilares del techo, la consola central y el salpicadero. Los asientos, también de fibra de carbono, están tapizados en Alcántara Ebony con costuras doradas y el logotipo GT en las superficies de los asientos y los reposacabezas. Los apliques dorados en el panel de instrumentos, las puertas y el marco en forma de X de los asientos aportan un bonito contraste. Las levas de cambio acabadas en el mismo color dorado que la carrocería completan el cuadro.

Sobre Holman Moody

El equipo de Holman Moody desempeñó un papel importante en el éxito del GT40. Tras la carrera de Le Mans de 1965, Ford creó un nuevo comité de Le Mans. Esto dio a Holman Moody (y a Shelby American) la tarea de mejorar el GT40 MK II. En enero de 1966, se completaron más de 265 rondas en ocho días. El coche con número de chasis P/1016 se convirtió en un laboratorio sobre ruedas, ayudando a los equipos a optimizar el frenado, la suspensión, los neumáticos y la puesta a punto. Todos los esfuerzos tenían un único objetivo: la victoria en Le Mans 1966.