Cara a cara con las leyendas del rally de Lancia: una historia gloriosa
Miki Biasion es una leyenda viva. Dos títulos mundiales e innumerables victorias hacen que su nombre esté indisolublemente ligado a Lancia. En los años 80, se convirtió en el rostro de la marca italiana en el Campeonato del Mundo de Rallyes. Con su habilidad al volante, sus comentarios técnicos y su carácter, llevó al Delta HF Integrale, entre otros, a cotas sin precedentes. Hoy, vuelve a participar en el desarrollo del futuro de Lancia.

Biasion nació en 1958 en Bassano del Grappa y progresó en las competiciones de Fiat hasta llegar a lo más alto en Lancia. En 1988 y 1989 se proclamó campeón del mundo de rallyes. Su papel fue más allá de la dirección. Fue asesor, piloto de pruebas y ahora embajador. Pero para entender la contribución de Biasion, necesitas conocer la historia más amplia de Lancia en los rallies. Estaremos encantados de explicártela.
Lancia Stratos HF: el comienzo de una era sin precedentes
El Lancia Stratos HF de 1973 fue el primer coche de rally diseñado totalmente desde cero para la competición. El diseño de Marcello Gandini (Bertone) era radical: corto, ancho, bajo y con el morro muy inclinado. Fíjate especialmente en las ventanillas inclinadas y la parte trasera abruptamente recortada. Se trataba de agilidad y equilibrio.
Bajo el capó estaba el V6 de 2,4 litros del Ferrari Dino, colocado como motor central. Con un peso de poco más de 900 kilos y una distribución perfecta del peso, el Lancia Stratos era despiadadamente rápido. No en vano, Lancia ganó con él tres campeonatos de constructores consecutivos. En 1974, 1975 y 1976, la marca se hizo con la victoria.

Lancia 037 Rally: el último campeón con tracción trasera
A principios de los 80, Lancia regresó con el 037 Rally, diseñado para la era sin límites del Grupo B. A diferencia de Audi, Lancia optó por la tracción trasera. El 037 tenía un chasis tubular con una carrocería ligera de Pininfarina, construida con paneles de plástico. La parte delantera y trasera podían abrirse completamente para un mantenimiento rápido durante los rallyes.
Propulsado por un compresor mecánico de cuatro cilindros y 2,0 litros, entregaba 239 kW (325 CV). Su bajo peso (unos 960 kg) y su dirección directa lo convertían en un maestro sobre diversas superficies. A pesar de la llegada de la tracción total, Lancia consiguió ganar el campeonato de constructores en 1983.

Lancia Delta HF Integrale: el icono
El Delta HF Integrale es el arma de rally más conocida de Lancia. Lo que empezó como un utilitario decente se convirtió en una leyenda de los rallies en las décadas de 1980 y 1990. A partir de 1986, le siguieron versiones como el HF 4WD, el Integrale 8V, el 16V y el Evoluzione de anchos hombros.
Las versiones de calle tenían pasos de rueda anchos, salidas de aire y alerones. El Evoluzione tenía unas vías más anchas, una ranura de ventilación en el capó y las icónicas rayas Martini. Los motores turboalimentados producían entre 185 y 215 CV (136 y 158 kW) y, en versión de rally, la potencia se elevaba a 350 CV (257 kW). La tracción a las cuatro ruedas proporcionaba un agarre sin precedentes en todas las condiciones. Entre 1987 y 1992, Lancia ganó seis títulos de fabricante consecutivos. Sigue siendo un récord en el WRC.

Lancia Corse: de vuelta a sus raíces
Lancia resucita su herencia deportiva bajo la marca Lancia Corse. La marca habla de un renacer de la rica historia de la marca, en la que perviven los espíritus del Stratos, el 037 y el Delta. Con Miki Biasion como experto comprometido, Lancia está construyendo un futuro en el que futuro e historia van de la mano. Todo ello con una saludable dosis de carácter italiano.


Lancia también está resucitando la icónica etiqueta HF. Las siglas, que significan Alta Fidelidad, regresan en las versiones deportivas superiores de futuros modelos. Con el nuevo Lancia Ypsilon HF como precursor, equipado con una potente cadena cinemática eléctrica y un aspecto deportivo, Lancia demuestra que las prestaciones y el carácter vuelven a estar en el centro de su estrategia. El Ypsilon normal también se beneficia de un extra de deportividad en la versión HF-Line.